Estaba viendo el pobre desempeño de nuestra selección frente a Honduras y se me vino a la mente que a lo mejor la idea de los cambios en el balompié nacional, vuelva a la agenda de algunas instituciones, para reiniciar el rescate del fútbol, mientras los dirigentes estén disfrutando de este nuevo sueño mundialista.
Si bien es cierto no se esperaba nada nuevo en este partido, lo que todos vimos al menos debería servir para unificar las mentes de personas claves en este deporte, para liderar una nueva lucha que cambie este fútbol, aunque sea después del mundial del 2014.
Está bien que algunos medios de comunicación, presenten estos juegos como grandes hazañas y que la noble afición no se percate del bajo nivel competitivo en que nos encontramos, pero está mal que nuestros entrenadores y ex futbolistas no hagan y divulguen un balance realista de la pobre competitividad de nuestro fútbol.
Tampoco es correcto que el mismo seleccionador Israel no profundice en sus análisis y diga que todo está bien porque “los muchachos hicieron un buen segundo tiempo”, porque eso no abona en nada a nuestro fútbol.
Con este nivel competitivo, el porcentaje que tiene El Salvador para superar a los grandes de CONCACAF, es muy mínimo y de nuevo habrá que depender de los milagros o circunstancias de juego, que a veces se dan en este deporte. Ojalá que nos vaya mejor frente a México.
Por eso hay dirigentes visionarios que seguramente ya no están pensando en estos 3 años que faltan para el mundial de Brasil, sino desde ya en replantear la lucha por los cambios y hacerlos efectivos a partir del 2014, con una nueva administración en el fútbol si Dios permite que se de.
Por ejemplo, Jaime Rodríguez, presidente del INDES, será una pieza muy importante en este período crítico en que seguirá el fútbol, porque mientras toda una nación esté embelesada con el sueño mundialista por 2 años más, él podría convertirse en punto de apoyo para que este deporte inicie un período de transición hacia los cambios que se necesitan, sin importar que no esté dentro de la Federación, porque este ex mundialista de España 82, tiene imagen en el ámbito nacional e internacional del fútbol.
Por ahora esos cambios son nada más ideas que se estudiarían fuera de la FESFUT, ya que para este periodo federativo es prácticamente imposible que haya algo nuevo, pero hay que seguir insistiendo, porque al final se tendrá que imponer la ciencia y la razón.
Por ejemplo el INDES, no debe estar satisfecho con los tratos que ha hecho por humanidad con la FESFUT y de seguro terminará desarrollando una verdadera planificación a largo plazo.
El Presidente del INDES, ahora también puede acuerpar a la Asociación de Entrenadores de Fútbol (AEFES) y la Asociación de Jugadores (AFES), a las cuales les ha dado su apoyo, para que eleven ese perfil tan bajo en que han caído, haciendo propuestas y opinando sobre esta mediocridad en que nos encontramos.
Si AEFES no se vale de la apertura que ahora tiene con el INDES, para presentarle un Plan que cambie la forma en que se titulan los técnicos, irá de nuevo al fracaso, ya que la FESFUT lo menos que está pensando es en reconocerlos para que sean parte de la asamblea del fútbol.
La Asociación de Jugadores (AFES), al igual que AEFES, debería tener más protagonismo y pronunciarse en estos aspectos críticos de nuestro fútbol, porque si con ese aislamiento pretenden no confrontar con nadie, eso tampoco les dará apoyo en la FESFUT y yo no creo que estén conformes celebrando únicamente reuniones sociales, solo para estar recordando románticamente tiempos pasados.
Otras instituciones como FESA, también serán claves en estos cambios, porque ya se adelantaron en este anacrónico fútbol nacional a través de la ciencia, la tecnología y la planificación deportiva, lo cual tarde o temprano tendrá que ser aprovechado, porque Jorge Bahaia, desde hace mucho tiempo, ha puesto a disposición su proyecto al balompié profesional y a la misma FESFUT, que a partir del 2014 a lo mejor tenga mucho más visión.
Muchas alcaldías ya están haciendo obra en fútbol.
Frente a Honduras volvimos de nuevo a la realidad de nuestro fútbol. Por ejemplo, en algo muy básico de un partido como el pasado de balón, tuvimos promedios tan bajos como que de 164 pases que hizo el equipo, un 41% fueron malos y en un 18% se tiró la pelota sin idea.
De los pases considerados buenos, el 16.4% fueron para atrás y el 27.7% se hicieron laterales, pero casi todos en nuestro propio terreno y solo un 3% fueron lanzamientos en profundidad sobre el campo rival, lo que demuestra una creciente pobreza ofensiva, con lo cual no se ganan los encuentros, porque solo hubo 3 tiros a meta (2 goles).
Las buenas condiciones técnicas del futbolista cuscatleco, ya no hacen la diferencia como en las selecciones de otras épocas, peor ahora que no tenemos centros delanteros, ni volantes que hagan la diferencia en el medio campo. Tampoco tenemos cabeceadores (no hubo ningún cabezazo ofensivo) y las 3 veces que se ganó la línea de fondo no sirvió para nada.
En la parte física, la diferencia sigue siendo enorme y aunque no voy a ahondar en este análisis porque no es ese el fin de este artículo, todos estos países nos superan en fuerza y velocidad (potencia), pero no es solo por el hecho de que tienen negros, sino que es producto de la deficiente formación de base de nuestros deportistas de alto rendimiento, ya que México no tiene gente de color, pero cuenta con una buena base física para enfrentarse a Honduras, Costa Rica o los EE.UU.
En la parte táctica y estratégica, nuestro país se sigue viendo muy mal, producto de la mejor disciplina mental de los jugadores de estos países, porque además tienen mayor disponibilidad de ir al frente y para realizar las transiciones de defensa a ataque en fracción de segundos (lo cual se relaciona con la parte física), pero aquí también tiene que ver la formación de base de nuestros futbolistas.
La evaluación individual de cada jugador deja grandes preocupaciones y aunque tampoco la voy a presentar, algunos de ellos, por ejemplo, de 15 pases, 13 los hicieron mal o de apoyo hacia atrás, lo cual solo les sirve para salir del paso.
Pero según otro análisis, de un técnico salvadoreño en EE.UU, es que varios mediocampistas, solo corrieron entre 4 y 5 kilómetros en el juego, lo cual ya no va con el futbol moderno. Este análisis fue hecho visualmente, lo cual es muy difícil hacerlo, sin instrumentos tecnológicos.
Este análisis técnico solo es una pequeña referencia de ese enorme trabajo que se tiene por delante. Ojalá que los entrenadores estén haciendo estas evaluaciones, para que al final de este nuevo intento mundialista, quede demostrado una vez más, que la problemática del fútbol no es por el trabajo circunstancial, momentáneo o coyuntural de un técnico.
Luis Ríos.
Si bien es cierto no se esperaba nada nuevo en este partido, lo que todos vimos al menos debería servir para unificar las mentes de personas claves en este deporte, para liderar una nueva lucha que cambie este fútbol, aunque sea después del mundial del 2014.
Está bien que algunos medios de comunicación, presenten estos juegos como grandes hazañas y que la noble afición no se percate del bajo nivel competitivo en que nos encontramos, pero está mal que nuestros entrenadores y ex futbolistas no hagan y divulguen un balance realista de la pobre competitividad de nuestro fútbol.
Tampoco es correcto que el mismo seleccionador Israel no profundice en sus análisis y diga que todo está bien porque “los muchachos hicieron un buen segundo tiempo”, porque eso no abona en nada a nuestro fútbol.
Con este nivel competitivo, el porcentaje que tiene El Salvador para superar a los grandes de CONCACAF, es muy mínimo y de nuevo habrá que depender de los milagros o circunstancias de juego, que a veces se dan en este deporte. Ojalá que nos vaya mejor frente a México.
Por eso hay dirigentes visionarios que seguramente ya no están pensando en estos 3 años que faltan para el mundial de Brasil, sino desde ya en replantear la lucha por los cambios y hacerlos efectivos a partir del 2014, con una nueva administración en el fútbol si Dios permite que se de.
Por ejemplo, Jaime Rodríguez, presidente del INDES, será una pieza muy importante en este período crítico en que seguirá el fútbol, porque mientras toda una nación esté embelesada con el sueño mundialista por 2 años más, él podría convertirse en punto de apoyo para que este deporte inicie un período de transición hacia los cambios que se necesitan, sin importar que no esté dentro de la Federación, porque este ex mundialista de España 82, tiene imagen en el ámbito nacional e internacional del fútbol.
Por ahora esos cambios son nada más ideas que se estudiarían fuera de la FESFUT, ya que para este periodo federativo es prácticamente imposible que haya algo nuevo, pero hay que seguir insistiendo, porque al final se tendrá que imponer la ciencia y la razón.
Por ejemplo el INDES, no debe estar satisfecho con los tratos que ha hecho por humanidad con la FESFUT y de seguro terminará desarrollando una verdadera planificación a largo plazo.
El Presidente del INDES, ahora también puede acuerpar a la Asociación de Entrenadores de Fútbol (AEFES) y la Asociación de Jugadores (AFES), a las cuales les ha dado su apoyo, para que eleven ese perfil tan bajo en que han caído, haciendo propuestas y opinando sobre esta mediocridad en que nos encontramos.
Si AEFES no se vale de la apertura que ahora tiene con el INDES, para presentarle un Plan que cambie la forma en que se titulan los técnicos, irá de nuevo al fracaso, ya que la FESFUT lo menos que está pensando es en reconocerlos para que sean parte de la asamblea del fútbol.
La Asociación de Jugadores (AFES), al igual que AEFES, debería tener más protagonismo y pronunciarse en estos aspectos críticos de nuestro fútbol, porque si con ese aislamiento pretenden no confrontar con nadie, eso tampoco les dará apoyo en la FESFUT y yo no creo que estén conformes celebrando únicamente reuniones sociales, solo para estar recordando románticamente tiempos pasados.
Otras instituciones como FESA, también serán claves en estos cambios, porque ya se adelantaron en este anacrónico fútbol nacional a través de la ciencia, la tecnología y la planificación deportiva, lo cual tarde o temprano tendrá que ser aprovechado, porque Jorge Bahaia, desde hace mucho tiempo, ha puesto a disposición su proyecto al balompié profesional y a la misma FESFUT, que a partir del 2014 a lo mejor tenga mucho más visión.
Muchas alcaldías ya están haciendo obra en fútbol.
Frente a Honduras volvimos de nuevo a la realidad de nuestro fútbol. Por ejemplo, en algo muy básico de un partido como el pasado de balón, tuvimos promedios tan bajos como que de 164 pases que hizo el equipo, un 41% fueron malos y en un 18% se tiró la pelota sin idea.
De los pases considerados buenos, el 16.4% fueron para atrás y el 27.7% se hicieron laterales, pero casi todos en nuestro propio terreno y solo un 3% fueron lanzamientos en profundidad sobre el campo rival, lo que demuestra una creciente pobreza ofensiva, con lo cual no se ganan los encuentros, porque solo hubo 3 tiros a meta (2 goles).
Las buenas condiciones técnicas del futbolista cuscatleco, ya no hacen la diferencia como en las selecciones de otras épocas, peor ahora que no tenemos centros delanteros, ni volantes que hagan la diferencia en el medio campo. Tampoco tenemos cabeceadores (no hubo ningún cabezazo ofensivo) y las 3 veces que se ganó la línea de fondo no sirvió para nada.
En la parte física, la diferencia sigue siendo enorme y aunque no voy a ahondar en este análisis porque no es ese el fin de este artículo, todos estos países nos superan en fuerza y velocidad (potencia), pero no es solo por el hecho de que tienen negros, sino que es producto de la deficiente formación de base de nuestros deportistas de alto rendimiento, ya que México no tiene gente de color, pero cuenta con una buena base física para enfrentarse a Honduras, Costa Rica o los EE.UU.
En la parte táctica y estratégica, nuestro país se sigue viendo muy mal, producto de la mejor disciplina mental de los jugadores de estos países, porque además tienen mayor disponibilidad de ir al frente y para realizar las transiciones de defensa a ataque en fracción de segundos (lo cual se relaciona con la parte física), pero aquí también tiene que ver la formación de base de nuestros futbolistas.
La evaluación individual de cada jugador deja grandes preocupaciones y aunque tampoco la voy a presentar, algunos de ellos, por ejemplo, de 15 pases, 13 los hicieron mal o de apoyo hacia atrás, lo cual solo les sirve para salir del paso.
Pero según otro análisis, de un técnico salvadoreño en EE.UU, es que varios mediocampistas, solo corrieron entre 4 y 5 kilómetros en el juego, lo cual ya no va con el futbol moderno. Este análisis fue hecho visualmente, lo cual es muy difícil hacerlo, sin instrumentos tecnológicos.
Este análisis técnico solo es una pequeña referencia de ese enorme trabajo que se tiene por delante. Ojalá que los entrenadores estén haciendo estas evaluaciones, para que al final de este nuevo intento mundialista, quede demostrado una vez más, que la problemática del fútbol no es por el trabajo circunstancial, momentáneo o coyuntural de un técnico.
Luis Ríos.
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