viernes, 29 de abril de 2011

Y serán felices para siempre: William & Kate.


Una atmósfera que permitió romper un poco la rígida etiqueta, como en el momento en que, respondiendo a lo que gritaba el público, William le dio no uno sino dos besos a su nueva esposa cuando salieron a saludar desde el balcón del palacio de Buckingham.


David  y Victoria Beckham llegan a la boda.




El sentido de euforia fue palpable no sólo en la realidad virtual.La boda se celebró en la abadía de Westminster, escenario de todos los grandes acontecimientos reales británicos desde 1066. Pero este acontecimiento tiene el inconfundible sabor de la globalización: millones más siguieron la boda por internet y publicaron sus comentarios, fotos, videos y vínculos en redes sociales y sitios como YouTube.
Esta nueva boda dentro de la monarquía británica desató, desde hacía varios días, un sentimiento de carnaval en el Reino Unido, especialmente en la capital, donde se estima que entre 3.000 y 5.000 británicos y extranjeros acamparon en The Mall (la calle que conecta el Palacio de Buckingham con la plaza Trafalgar Square) y afuera de la Abadía de Westminster para ser testigos de la celebración.
Desde muy temprano, decenas de los 1.900 invitados a la ceremonia en la Abadía de Westminster se fueron formando en una fila a la espera de que el templo abriera sus puertas.
Se veían sonrientes y relajados. Varios saludaron a las cámaras que, procedentes de diferentes países, se apostaron a las afueras para cubrir minuto a minuto la boda de la monarquía británica.

Sombreros y árboles


Cuando el Big Ben indicaba que eran las 8:30, los guardianes de la Abadía abrieron las puertas del recinto que ha sido escenario de más de 30 coronaciones y donde descansan 17 monarcas.
Por pedido especial de la novia, el recinto fue transformado en un bosque. Ocho árboles flanquearon la nave central, seis de ellos eran arces, un símbolo de humildad.
A medida de que los asistentes buscaban sus sillas, comenzó una especie de desfile de mujeres, con coloridos y elegantes vestidos y sombreros, por la alfombra roja que cubrió el pasillo central de la iglesia medieval.
Pero las invitadas no fueron las únicas que se distinguieron por los diseños de sus sombreros, varias de las mujeres que se acercaron a los diferentes puntos donde pasaría la procesión con los novios también hicieron gala de elegantes y en algunos casos divertidos atuendos.
Y ahora a lo que vinimos.
A las 9:15 las cámaras enfocaron el ingreso a la abadía del futbolista David Beckham y de su esposa Victoria, quien escogió para la ocasión un pequeño sombrero, tacones impresionantemente altos y un vestido hasta las rodillas negros.

BBCmundo.com

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