En el fútbol todo cambia rápido. Cada detalle, por más pequeño que sea, cuenta. Se habla mucho de la importancia de la habilidad técnica, del estado de forma físico, y del entendimiento táctico pero poco de la preparación mental. Con el pasar de los años y con la evolución del deporte los jugadores deben adaptarse para ser cada vez mejores en estos aspectos si es que quieren mantenerse en el máximo nivel posible.
En mi opinión, el desarrollo del fútbol ha llevado a una homogeneidad en los jugadores. Es decir que en cuanto a nivel técnico, físico y táctico se refiere, los futbolistas cada vez son mas similares. Como siempre, hay excepciones, jugadores como Messi que parecen que nacieron con una pelota pegada al pie. Sin embargo hasta el mejor jugador del mundo no podría hacer esas maravillas sin una mentalidad adecuada. Obviamente, Leo Messi la tiene pues siempre sale a la cancha a ganar, a dar todo. Al fin y al cabo es la mente la que ordena al resto del cuerpo. La mentalidad afecta las ganas con las que se entrena y se juega, la manera con la que el jugador recibe la critica de su entrenador, el nivel de concentración. Por lo tanto la mentalidad afecta el rendimiento táctico, técnico y físico. No se puede rendir bien si no se tiene una mentalidad ganadora.
Tradicionalmente, el aspecto mental es al que menos atención se le da, sin embargo en la actualidad puede ser el factor que haga la diferencia entre campeones y segundos. Entre permanencia y descenso. Entre alegría y tristeza. La mentalidad, el famoso “state of mind” con el que el jugador encara partidos, entrenos y maneja relaciones con técnicos, compañeros, afición y prensa se vuelve cada vez más importante. El futbolista actual cada vez tiene más cosas en la cabeza. La presión de la afición, el estrés de la prensa, el dinero, otros equipos, el futuro, las lesiones, por mencionar algunos.
Muchísimas veces hemos visto partidos en los que en papel, entrenadores y jugadores tienen un nivel similar. Sabemos de la infinidad de factores que determinan resultados, sin embargo quiero hacer un enfoque especial en la mentalidad con la que el futbolista encara el partido. En mi opinión no es suficiente con que el jugador siga un proceso profesional de preparación física, táctica y técnica. Para tener éxito en este mundo tan competitivo no basta con eso, es primordial una preparación mental adecuada. Una buena preparación en ese aspecto permite al jugador mantener un alto nivel de confianza en si mismo, en su juego y en el de sus compañeros.
Esta preparación para mi recae principalmente en el entrenador. Debe de lograr crear una manera de pensar que es común en todos los integrantes de su plantilla. El técnico debe de ser capaz de inculcar un tipo de mentalidad ganadora a todos y cada uno de sus pupilos, para que así la suma de sus mentalidades se convierta en una identidad de equipo, de conjunto. Esto permite un alto nivel de concentración en equipo y ayuda ademas a crear una buena dinámica en el vestuario y en la cancha. Debe de ser capaz de lograr que el jugador sea un líder en la cancha. Entrenadores que hacen muy bien este trabajo en la actualidad son técnicos como Sir Alex Ferguson, Pep Guardiola o José Mourinho. Entrenadores como estos aparte de ser dotados en cuanto a manejo táctico, son personas que han dedicado su vida a este deporte y siempre tratan de que sus futbolistas estén mentalmente preparados para dar todo en la cancha. Este aspecto mental es aun más claro de evaluar en los equipos grandes pues supuestamente , a diferencia los equipos pequeños, no están limitados por el nivel de calidad táctico, técnico y físico de sus jugadores.
Un par de ejemplos de entrenadores que han logrado tener éxito en este aspecto:
El año pasado, el Manchester United no tenia la mejor plantilla de la Premier. Yo hubiera puesto al Chelsea, al City y hasta a el Arsenal por delante de ellos en cuanto a calidad de la plantilla se refiere. Sin embargo a base de una mentalidad ganadora firme y bien fundada, Ferguson los sacó campeones. Es algo que Sir Alex ha hecho muchas veces, sacarle al jugador lo mejor de si e infundirle un orgullo a la hora de jugar. Se pueden observar ejemplos tanto de jugadores como de técnicos.
Guardiola es otro al que le gusta infundir en sus jugadores una mentalidad ganadora. Desde que llegó el de Santpedor al banquillo blaugrana el equipo de la ciudad condal se ha convertido a base de una gran confianza en su estilo de juego en el mejor equipo del planeta.
Otros como Mourinho, prefieren absorber la presión mediática llamando la atención con comentarios controversiales para así desviar la atención de la prensa en sus jugadores. De esta manera el jugador no solo simpatiza con el entrenador sino que también tiene menos preocupaciones y puede preparar bien los partidos.
Se dice fácil pero no lo es, la lista de entrenadores que fallan en este aspecto es enorme. Cuantas veces hemos visto equipos tirar ventajas y dejarse empatar o ganar. Jugadores que salen y juegan a medio gas, que no dan todo o que simplemente no tienen confianza en si mismos o en el equipo.
Se piensa del fútbol como un deporte que no es preponderantemente mental, yo pienso que si lo es. El jugador exitoso, el entrenador exitoso, siempre es el que encara los partidos y prepara las situaciones de manera inteligente.
Por Federico Escobar
cuatro33.com
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