Hay reglas que se han impuesto en el fútbol que ya nadie discute en nuestro fútbol y que la misma afición, prensa deportiva y dirigencia acepta con toda normalidad, como cuando se dice después de cada fracaso en eliminatorias mundialistas u olímpicas: “Hemos ganando experiencia para la próxima competición internacional”.
Eso mismo sucede en casi todas las federaciones deportivas y lastimosamente en las poquitas donde se quiere trabajar invirtiendo en la masificación a nivel nacional, no se tiene el recurso para contratar entrenadores especializados ni para materiales deportivos, porque el gobierno de la República solamente da 12 millones para el deporte y de allí hay que pagar empleados e invertir en infraestructura deportiva.
Esas frases de “vamos a ganar experiencia” son las reglas de oro con la que estos dirigentes “trabajan” en el deporte nacional, como las famosas expresiones periodísticas de “Como se siente después de esta derrota” y la respuesta inmediata de “Así es el fútbol. El próximo domingo será otra historia”.
Al iniciar desde ya, acertadamente con mucho tiempo, el trabajo para la eliminatoria para el mundial de Brasil en el 2014, el nuevo técnico uruguayo dice: “No ofrezco resultados de inmediato”, al igual que lo dijo Carlos de Los Cobos hace 4 años y también Carlos Cavagnaro hace 8, pero quien en el deporte, será capaz de ofrecer resultados de inmediato.
Estos técnicos que con su trabajo han hecho una verdadera profesión dentro del fútbol, deberían de darse cuenta que nadie, absolutamente nadie que este afuera de ese ambiente que se vive dentro de la FESFUT, con la única excepción de nuestra noble afición, espera ningún resultado, ni de inmediato ni dentro de 1 ó 2 años, porque el clasificar a un mundial en nuestro país, no es cuestión de tiempo de trabajo con los jugadores que ya se tienen, sino de formación de base y de nivel competitivo de esos jugadores.
Los técnicos nacionales hemos profundizado en porque no triunfan ni en segundas divisiones de México, los jugadores profesionales de nuestro fútbol, que supuestamente tienen las mejores condiciones balompédicas.
Aunque esto es otra frase trillada de parte nuestra, los técnicos extranjeros saben que no tenemos ninguna planificación que pueda sustentar la formación de un nuevo jugador, con un perfil más profesional y competitivo, porque eso significaría el desarrollo de un plan a largo plazo, que contemple la formación de entrenadores, de programas modernos de entrenamiento de niños y jóvenes y la incorporación de la salud y nutrición a todo este proceso.
A través de este periódico, hice varios llamados a Carlos de Los Cobos, para que intentara hacer reflexionar a la anterior federación, sobre esta urgente necesidad de cambio que tiene nuestro fútbol, conociendo como se trabaja en el balompié profesional azteca. No lo hizo, porque realmente no era su obligación hacerlo y más bien puso toda su fe y esperanza en que podía conseguir su objetivo con lo que tenía.
Eso no es malo, por el contrario, debemos aunar el valor de la convicción a nuestro trabajo técnico, sin embargo, es completamente falso el decir que el fútbol no tiene lógica y que por ello no siempre gana el mejor y es factible conseguir clasificaciones en base al deseo, al amor propio, a la oración o al coraje, porque recordemos que también los jugadores oponentes también hacen la misma oración.
El fútbol si tiene lógica y que se puedan dar imprevistos, días malos, pésimos arbitrajes, circunstancias especiales, etc., eso es otra cosa, pero eso no pasa siempre y más lo vemos como los terremotos, cada 20 ó 30 años.
Pero también está la otra posibilidad de los milagros, que es real y verdadera, pero esos milagros se dan únicamente en base a nuestra conducta y a la fe que tengamos, pero más para ayudar a los demás y no para beneficio propio.
La última posibilidad que nos queda, muy remota también, es que de los pocos proyectos sistemáticos que se hacen en el país y de las mismas ligas y escuelas de fútbol de la FESFUT de donde surgen jugadores con grandes cualidades innatas, puedan salir nuevas estrellas, los primeros desarrollados con todas las exigencias de un proceso deportivos y los segundos dentro de esas generaciones espontáneas, como en su momento nacieron los mundialistas de México 70 y España 82.
El gran problema es que los proyectos de formación de talentos de fútbol son tan escasos en El Salvador, como que si habláramos de programas deportivos específicos dentro de Ministerio de Educación, donde nunca se pudo definir una política deportiva de apoyo a los pensum educativos, si ni tan siquiera han querido agregar la educación física como una materia obligatoria y por ley.
Esa podría ser una enorme salvedad, aparte de los recursos económicos, para todas estas federaciones (excluyendo al fútbol que si tiene abundantes recursos), que no quieren trabajar en la masificación deportiva, porque ¿Cómo vamos a desarrollar el deporte, si los niños y jóvenes, especialmente de la educación pública, donde nacen los deportistas, no llevan de base todos los aspectos que tienen que ver con su psicomotricidad?.
Hace unos días fui invitado por Jorge Bahaia, a conocer su proyecto futbolístico dentro de la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA), donde también hay beisbol.
He conocido el trabajo de base que hacen muchos equipos profesionales en México, Estados Unidos, Costa Rica, España, etc., y puedo asegurar que FESA, cumple y en algunos casos supera estándares básicos en toda planificación necesaria, para el desarrollo integral de un talento deportivo, en cuanto a formación física específica, nutricional, sicológica, fisioterapéutica, de salud, educativa y técnica y los mínimos detallitos que puedan mejorar su trabajo, se los platicaré personalmente.
Pero que hace la FESFUT con su propia planificación para desarrollar el fútbol o por lo menos apoyando estos proyectos privados o individuales que la sociedad propone como respuesta a un problema que cada día se hace más grande. Absolutamente nada.
De nuevo se está distrayendo la atención pública con nuestra selección nacional, porque también la mayoría de la prensa deportiva se presta a este jueguito mundialista, sin ahondar en los verdaderos problemas que tiene el fútbol nacional.
Nunca quieren investigar qué pasa con los dirigentes y con los técnicos de las Asociaciones Departamentales. No le dan seguimiento al activismo y negocio que se hace con los torneítos de selecciones menores, femeninas, de futbol de playa y de sala.
De nuevo la afición se entregará noblemente a un proyecto mundialista que al final no dejará nada. Y de nuevo dentro de 3 años estaremos con la misma canción: “Estamos buscando un técnico que peleé la clasificación para el mundial de 2018 y que se haga cargo hasta de las selecciones menores”.
Luis Ríos.
Eso mismo sucede en casi todas las federaciones deportivas y lastimosamente en las poquitas donde se quiere trabajar invirtiendo en la masificación a nivel nacional, no se tiene el recurso para contratar entrenadores especializados ni para materiales deportivos, porque el gobierno de la República solamente da 12 millones para el deporte y de allí hay que pagar empleados e invertir en infraestructura deportiva.
Esas frases de “vamos a ganar experiencia” son las reglas de oro con la que estos dirigentes “trabajan” en el deporte nacional, como las famosas expresiones periodísticas de “Como se siente después de esta derrota” y la respuesta inmediata de “Así es el fútbol. El próximo domingo será otra historia”.
Al iniciar desde ya, acertadamente con mucho tiempo, el trabajo para la eliminatoria para el mundial de Brasil en el 2014, el nuevo técnico uruguayo dice: “No ofrezco resultados de inmediato”, al igual que lo dijo Carlos de Los Cobos hace 4 años y también Carlos Cavagnaro hace 8, pero quien en el deporte, será capaz de ofrecer resultados de inmediato.
Estos técnicos que con su trabajo han hecho una verdadera profesión dentro del fútbol, deberían de darse cuenta que nadie, absolutamente nadie que este afuera de ese ambiente que se vive dentro de la FESFUT, con la única excepción de nuestra noble afición, espera ningún resultado, ni de inmediato ni dentro de 1 ó 2 años, porque el clasificar a un mundial en nuestro país, no es cuestión de tiempo de trabajo con los jugadores que ya se tienen, sino de formación de base y de nivel competitivo de esos jugadores.
Los técnicos nacionales hemos profundizado en porque no triunfan ni en segundas divisiones de México, los jugadores profesionales de nuestro fútbol, que supuestamente tienen las mejores condiciones balompédicas.
Aunque esto es otra frase trillada de parte nuestra, los técnicos extranjeros saben que no tenemos ninguna planificación que pueda sustentar la formación de un nuevo jugador, con un perfil más profesional y competitivo, porque eso significaría el desarrollo de un plan a largo plazo, que contemple la formación de entrenadores, de programas modernos de entrenamiento de niños y jóvenes y la incorporación de la salud y nutrición a todo este proceso.
A través de este periódico, hice varios llamados a Carlos de Los Cobos, para que intentara hacer reflexionar a la anterior federación, sobre esta urgente necesidad de cambio que tiene nuestro fútbol, conociendo como se trabaja en el balompié profesional azteca. No lo hizo, porque realmente no era su obligación hacerlo y más bien puso toda su fe y esperanza en que podía conseguir su objetivo con lo que tenía.
Eso no es malo, por el contrario, debemos aunar el valor de la convicción a nuestro trabajo técnico, sin embargo, es completamente falso el decir que el fútbol no tiene lógica y que por ello no siempre gana el mejor y es factible conseguir clasificaciones en base al deseo, al amor propio, a la oración o al coraje, porque recordemos que también los jugadores oponentes también hacen la misma oración.
El fútbol si tiene lógica y que se puedan dar imprevistos, días malos, pésimos arbitrajes, circunstancias especiales, etc., eso es otra cosa, pero eso no pasa siempre y más lo vemos como los terremotos, cada 20 ó 30 años.
Pero también está la otra posibilidad de los milagros, que es real y verdadera, pero esos milagros se dan únicamente en base a nuestra conducta y a la fe que tengamos, pero más para ayudar a los demás y no para beneficio propio.
La última posibilidad que nos queda, muy remota también, es que de los pocos proyectos sistemáticos que se hacen en el país y de las mismas ligas y escuelas de fútbol de la FESFUT de donde surgen jugadores con grandes cualidades innatas, puedan salir nuevas estrellas, los primeros desarrollados con todas las exigencias de un proceso deportivos y los segundos dentro de esas generaciones espontáneas, como en su momento nacieron los mundialistas de México 70 y España 82.
El gran problema es que los proyectos de formación de talentos de fútbol son tan escasos en El Salvador, como que si habláramos de programas deportivos específicos dentro de Ministerio de Educación, donde nunca se pudo definir una política deportiva de apoyo a los pensum educativos, si ni tan siquiera han querido agregar la educación física como una materia obligatoria y por ley.
Esa podría ser una enorme salvedad, aparte de los recursos económicos, para todas estas federaciones (excluyendo al fútbol que si tiene abundantes recursos), que no quieren trabajar en la masificación deportiva, porque ¿Cómo vamos a desarrollar el deporte, si los niños y jóvenes, especialmente de la educación pública, donde nacen los deportistas, no llevan de base todos los aspectos que tienen que ver con su psicomotricidad?.
Hace unos días fui invitado por Jorge Bahaia, a conocer su proyecto futbolístico dentro de la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA), donde también hay beisbol.
He conocido el trabajo de base que hacen muchos equipos profesionales en México, Estados Unidos, Costa Rica, España, etc., y puedo asegurar que FESA, cumple y en algunos casos supera estándares básicos en toda planificación necesaria, para el desarrollo integral de un talento deportivo, en cuanto a formación física específica, nutricional, sicológica, fisioterapéutica, de salud, educativa y técnica y los mínimos detallitos que puedan mejorar su trabajo, se los platicaré personalmente.
Pero que hace la FESFUT con su propia planificación para desarrollar el fútbol o por lo menos apoyando estos proyectos privados o individuales que la sociedad propone como respuesta a un problema que cada día se hace más grande. Absolutamente nada.
De nuevo se está distrayendo la atención pública con nuestra selección nacional, porque también la mayoría de la prensa deportiva se presta a este jueguito mundialista, sin ahondar en los verdaderos problemas que tiene el fútbol nacional.
Nunca quieren investigar qué pasa con los dirigentes y con los técnicos de las Asociaciones Departamentales. No le dan seguimiento al activismo y negocio que se hace con los torneítos de selecciones menores, femeninas, de futbol de playa y de sala.
De nuevo la afición se entregará noblemente a un proyecto mundialista que al final no dejará nada. Y de nuevo dentro de 3 años estaremos con la misma canción: “Estamos buscando un técnico que peleé la clasificación para el mundial de 2018 y que se haga cargo hasta de las selecciones menores”.
Luis Ríos.
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