lunes, 3 de octubre de 2011

La asociación de entrenadores de fútbol (AEFES) comenzará literalmente de cero.


Directiva anterior dejó "barrida" la oficina.

La Junta Directiva de la Asociación de Entrenadores de Fútbol (AEFES), que preside el Arq. Carlos “El Cacho” Meléndez,  ganó el litigio al grupo que tuvo el control de esta asociación en los últimos 3 años al mando de Juan Ramón Paredes, por lo cual, felizmente, obtuvieron el reconocimiento del Ministerio de Gobernación, el Instituto de los Deportes (INDES) y la Federación de Fútbol.
"Cacho" Meléndez.
Foto LPG
    Pero lo que nunca imaginaron los entrenadores victoriosos, es que cuando por fin lograron que el grupo de Paredes les entregara las oficinas, ubicadas en el Estadio “Mágico” González (Flor Blanca), esa directiva que encabeza “El cacho” y 15 testigos más,  encontrarían sus instalaciones literalmente “barridas”.
   Esta denuncia la hicieron “El Cacho” Meléndez, Presidente y Manuel “El Lobo” Ramos, Secretario, en una reunión que sostuvieron con el Presidente y Gerente General del INDES, Jaime Alberto Rodríguez y Rubén Vásquez, respectivamente, la cual, según dijeron, la llevarán a las instancias legales correspondientes.
   El problema legal o hasta delictivo que a lo mejor se derive de todo este bochornoso caso, no me corresponde a mí juzgarlo, sin embargo, me parece una coyuntura muy especial, que Dios nos esté dando una nueva oportunidad de vida y que nuestra Asociación literalmente pueda “nacer de nuevo”.
   Desde hace más de 10 años he venido insistiendo ante AEFES, incluso siendo directivo, que para cambiar la imagen de una entidad, que durante más de 45 años se estancó en una misma dinámica de hacer cursos y cobrar permisos para sobrevivir, era necesario hacer “un borrón y cuenta nueva” de nuestra Asociación, que permitiera el nacimiento de una criatura diferente, sana y vigorosa, en un mundo moderno y con mejores posibilidades de vida y superación.
   El gran problema para AEFES, lo cual también es su mejor excusa –muy buena por cierto-- para no haber podido trascender,  ha sido que desde su nacimiento en la década de los 60´, ha venido esperando que también se den cambios en la dirigencia del fútbol, donde gente más pensante comprenda que el área de la capacitación es la más importante en cualquier proceso de desarrollo deportivo, incluso por sobre la masificación, entendida ésta erróneamente como la simple práctica multitudinaria de cualquier actividad deportiva.
   Por ejemplo, de que sirve que en todo El Salvador se juegue al fútbol, si otro país con la tercera parte de nuestra población, pero con mejores procesos de desarrollo del fútbol, como Costa Rica, nos superen en las eliminatorias mundialistas.
   Los 60 equipos profesionales de El Salvador no aportan nada para elevar el nivel competitivo de nuestro fútbol, ya que a pesar de que tienen más de mil jugadores, un 99% de estos jóvenes no han tenido formación de base y su talento sigue dependiendo del fútbol de la calle y de sus cualidades innatas. ¿De que sirve entonces que haya tantos equipos “profesionales”?
   Las Reservas de la primera división son recogidas de jugadores menores de 21 años que no son parte de ningún proceso futbolístico, si la mayoría de esos equipos entrenan apenas 2 veces por semana.
   Cuando AEFES tuvo cortos períodos de lucidez y valientemente quiso proponer cambios en la estructura técnica-administrativa del fútbol federado o ha adoptado posiciones críticas en cuanto al pobre accionar dirigencial, de inmediato fue rechazada por esos “circulitos de poder” que se hacen alrededor de las ligas y del mismo directorio de la FESFUT.
   Pero al contrario, durante largos periodos, las juntas directivas de AEFES siempre han estado congraciándose con la FESFUT ya sea para que les aprueben los famosos cursos y puedan oficializar los títulos de entrenador o para que los tomen en cuenta para trabajos en selecciones o con las ligas federadas, lo cual  es muy comprensible en este país, pero eso tiene que ser un deber moral y legal de la Federación para con los entrenadores cuscatlecos.
   A finales de octubre de este 2011, AEFES tiene que cambiar su junta directiva. Los que asuman la responsabilidad de volver a la vida a una entidad moribunda, deberán comenzar de cero, no tanto por los hurtos denunciados, sino porque hay que hacer una institución diferente, cambiando totalmente su sistema de formación de entrenadores y separar la parte gremial que representa una Asociación, con el área académica, que tendría que ser manejada por una administración especializada en la formación del nuevo entrenador de fútbol.
   AEFES como tal, nunca ha tenido el convencimiento de que es necesario formar un nuevo entrenador dentro de una base académica que privilegie el conocimiento de muchas ciencias, como la pedagogía, la planificación o las diversas facetas del desarrollo humano desde la perspectiva biológica y sicológica, porque el sueño de la mayoría de entrenadores siempre ha sido dirigir en el fútbol profesional o selecciones nacionales.
   Por eso, en AEFES no ha pesado el hecho de que este deporte ha modernizado totalmente sus métodos de trabajo y para llegar a ser fuerte en selecciones nacionales, primero hay que potenciar el trabajo en el área formativa y para eso es necesario un entrenador con un perfil académico completamentre diferente.

   O sea que, un técnico empírico, una ex estrella del fútbol o un entrenador formado dentro de un programa estrictamente futbolístico como el que nosotros hemos tenido por años en AEFES, que se refiere exclusivamente a lo técnico, táctico o físico, puede dirigir a cualquier selección o equipo profesional, pero este mismo entrenador no puede desarrollar procesos deportivos, porque no tiene los estudios respectivos para ello, a no ser que posea ambas cualificaciones, como por ejemplo “Pep” Guardiola del Barcelona de España o José Luis Real, del Guadalajara de México.

   Por eso cuando la FESFUT dice que Rubén Israel también supervisará los proyectos de selecciones menores, no tiene ni la más remota idea de lo que está diciendo y mejor fuera que se apoyarán más en su departamento técnico, en AEFES o aceptarán el apoyo que FESA les ha venido ofreciendo en este campo muy especializado de selección de talentos.

   O sea que AEFES, en un período de 5 años, deberá tener profesores de fútbol, aparte de los directores técnicos de equipos. ¿Para qué los profesores?, sino se tiene un Plan Nacional de Desarrollo que de espacio a este tipo de entrenador de fútbol.

   Ese es el gran reto del INDES que ahora apoyará el nacimiento de una nueva Asociación de Entrenadores, porque Jaime Rodríguez, un hombre de fútbol, puede influir en el sector federativo para que se cambie esta visión del desarrollo del fútbol.   Si no se puede hacer ese cambio, entonces el INDES de una vez por todas, debe decidirse a realizar su propio proyecto futbolístico en el sector aficionado con las ADFAS, en el campo estudiantil y municipal, como ya lo está haciendo, mientras esperamos pacientemente que Dios se apiade de nosotros y permita el surgimiento de nuevos liderazgos en la dirección del balompié nacional.
Luis Ríos.

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