En El Salvador, el país que se desvive por su adorado fútbol y donde la pasión lleva al consumo continuo de información para un partido ante una selección que está 58 puestos por debajo en el ranking FIFA, en este bendito El Salvador, su federación de fútbol no tiene fondos por culpa de la falta de crédito de sus dirigentes. INDES ha congelado el desembolso de los $1.7 millones anuales que le entrega al desarrollo del fútbol nacional por falta de confianza en quienes manejan la FESFUT. Un alto dirigente del INDES dice que hasta que no se logre plena transparencia, los fondos no serán liberados.
El punto de conflicto son las Asociaciones Departamentales de Fútbol, destinatario del mayor porcentaje de fondos gubernamentales. Las ADFAS pasan hoy por una depuración que pretende sanear una estructura corrupta. “Hay personas en las ADFAS que no tienen nada que ver”, cuenta una fuente de la FESFUT que agrega que “hay entrenadores que han sido colocados por ser conocidos de alguien de la FESFUT”. Ese alguien es Juan Francisco Peñate, líder de la estructura de desarrollo de las ADFAS, grupo que fue bastión electoral de Carlos Méndez Cabezas.
Peñate ahora se encuentra en Italia con la selección de fútbol playa que ayer fue apabullada por Portugal en el mundial de Rávena. “Colecciona viáticos a montones”, dice la misma fuente sobre Peñate. El temor a perder el puesto de trabajo hace que las denuncias queden en silencio. Por eso no salen a la luz vicios del directivo que son de conocimiento popular en la FESFUT. Las ADFAS cuentan con más de 20 entrenadores, algunos de ellos apadrinados por Peñate, de quien dicen “tiene motoristas trabajando de técnicos”. Peñate también viaja a cursos de capacitación para instructores de fútbol base de FIFA. En mayo fue uno de los inscritos en el seminario que se llevó a cabo en el Hotel Embajador de la República Dominicana.
Las obras de Peñate son solo unas de las tantas que han labrado en contra de una federación que ahora ve el resultado de la erosión. Carente de credibilidad, sin orden institucional, acostumbrada a repetir los procesos mediocres del pasado. Por la carencia de un modelo financiero ven en la venta de boletos el ingreso más importante. Por eso, las entradas para este día fueron objeto de crítica. Intentan aún posicionar el sentimentalismo nacional como impulsor de una acción de compra. Si no, la FESFUT se hunde aún más. Es un mensaje contundente que en la sección de “Planes de Trabajo” de su sitio web la frase “No hay planes de trabajo definidos” sea el común denominador. Hoy, una selección sin patrocinadores enfrenta a una que tiene al menos cinco.
Fernando Palomo.
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