La iniciativa de técnicos y/entrenadores en El Salvador debe ser tomada en cuenta,pocas veces somos testigos de que las observaciones y sugerencias de este recurso humano propositivo alcance los frutos que nuestro futbol necesita.La utilización de los recursos materiales,humanos y económicos son herramientas con los que las autoridades de la FESFUT cuentan no sólo para demostrar su poder si no su capacidad de trabajo en equipo.
A continuación transcribimos el artículo del señor Luis Ríos en el diario colatino,que según entendemos es entrenador nacional.
El Editor.
ernestors7@gmail.com
Con los 300 mil dólares al año que no quiere el español Juan Manuel Lillo, por dirigir a la selección nacional, podríamos iniciar un programa de formación de talentos de fútbol en las 4 zonas de la República, donde se desarrollen 4 selecciones sub-15 y cuatro sub-17, pagar los 8 entrenadores y el coordinador, más los insumos deportivos, gastos de transporte, apoyos nutricionales y médicos. Se iniciaría además el proyecto de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol y todavía quedaría un millón de dólares, de los 1.3 que asigna el Estado solo para el «desarrollo del fútbol», con lo cual ya se deberían estar fortaleciendo a las ligas menores y escuelas de fútbol.
Esto representaría el nacimiento de los Centros de Alto Rendimiento del Fútbol en todo el país, que poco a poco se irían profesionalizando, los cuales en corto tiempo, elevarían grandemente el nivel competitivo de las selecciones menores y por ende de todo el balompié nacional.
Estaríamos hablando de un primer contingente de 200 jugadores de entre 13 a 14 años, seleccionados conforme a un programa de talentos que se ejecutaría a nivel nacional, apoyado por un programa de salud y nutrición que elevaría la condición y el desarrollo físico de nuestros deportistas, con lo cual se mejoraría el biotipo y rendimiento de los talentos de fútbol, porque muchas cualidades en el área técnica, gracias a Dios ya se tienen y son muy elevadas en estos países latinoamericanos.
Los entrenadores que por años venimos estudiando sobre el tema de los procesos deportivos que llevan hacia el alto rendimiento (masificación+programas específicos de entrenamiento=alta competencia), nos preguntamos ¿Porque no es el «desarrollo del fútbol» el tema de discusión en la Federación de Fútbol, en la Asamblea Legislativa, en las ligas federadas, etc? Será porque la planificación a largo plazo no trae consigo «honores inmediatos», incluyendo los halagos, entrevistas y reconocimientos de los medios de comunicación por victorias frente a Nicaragua, Haití o Belice.
Sin embargo, parece ser que el Instituto Nacional de los Deportes (INDES), si ya ha tomado muy en serio este problema, que además de enorme impacto deportivo y social, tiene connotaciones legales, dado que el dinero que el Estado asigna, con la mejor intención, para el desarrollo de esta actividad, ha sido mal orientado e incluso se pretende cancelar con estos «sagrados dineros del pueblo», al cuerpo técnico de la selección mayor.
Ojala pueda hablar con la máxima dirigencia de esta Institución para ahondar en el caso y no especular sobre algo tan delicado para el desarrollo deportiva de esta emproblemada Nación.
Ahora que los diputados han «vuelto a la carga» a favor del fútbol, lo cual es muy acertado, porque con ello le están dando a la temática deportiva una dimensión de «problema de Estado», que efectivamente la tiene, deberían aprovechar el momento en que entrevisten a los personeros de la FESFUT, para profundizar en el verdadero problema que enfrenta una actividad, que significa bienestar y desarrollo para cientos de miles de niños y jóvenes, especialmente de escasos recursos y zonas pobres de este país.
Estos problemas nacionales no son por la descalificación de la sub-20 para un torneo pre-mundialista, donde seguramente íbamos a quedar muy mal, ni porque se contrate a Lillo, Capello o Mourinho.
Son porque no tenemos una institución especializada en la formación de entrenadores de fútbol. No trabajamos con programas modernos de entrenamiento, ni modelos de competencia en las ligas menores que incentiven el desarrollo de futbolistas de alta competencia. No hay programas de capacitación de dirigentes. No hay incentivos para la formación y cobertura federativa de nuevas ligas menores y escuelas de fútbol. No hay proyectos de infraestructura deportiva y mucho menos existe una coordinación institucional que desarrolle el fútbol apoyado en áreas básicas como la salud y educación (INDES, Salud, Educación, Obras Públicas, Etc).
La Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea, debería visualizar esta temática desde una perspectiva más técnica, científica y especializada (con ayuda de asesores calificados en planificación deportiva), porque a lo mejor ellos si puedan influir en los dirigentes del fútbol, para que cambien esta forma en que se ha manejado el balompié en los últimos 50 años, donde estos dirigentes ocupan todo su «tiempo y esfuerzo» en los «shows» publicitarios, que se hacen previos a los juegos de selecciones nacionales, torneos eliminatorios mundialistas, finales de torneos profesionales y contrataciones de entrenadores extranjeros. Si bien es cierto que este «activismo» es necesario e importante en esta nueva profesión, en países como el nuestro, no aporta mucho en un campo balompédico como el que tenemos, tan falto de procesos, de sistematización, de capacitación y de mercadeo y comercialización.
Según tengo entendido, desde el INDES ya se ha intentado hacer reflexionar a la dirigencia de la FESFUT sobre esta mala percepción que tienen del «desarrollo del fútbol». También varios técnicos hemos dado nuestro aporte, porque somos los que vivimos a diario las deficiencias que detienen dicho desarrollo. Algún sector de la prensa deportiva, también hace análisis regulares sobre aspectos más relevantes para alcanzar mejores resultados, en vez de estar escribiendo novelas sobre la contratación de entrenadores extranjeros que no cambiarán en nada una dura realidad que solo nosotros internamente podemos revertir, con los pocos recursos que para ello a puesto a disposición el Gobierno de la República.
Pero nada. No hay respuestas federativas a cuanta propuesta se ha hecho y la idea sigue siendo, que «un trabajo más intenso, con más tiempo y con mayores recursos económicos en las selecciones nacionales, nos llevarán a los próximos mundiales de fútbol», cuando que eso jamás se podrá hacer sino potenciamos el fútbol menor, elevamos el nivel competitivo en esas ligas, de donde surgirán posteriormente esas selecciones triunfadoras, por lo menos a nivel regional.
Es realmente dramática y preocupante la situación del fútbol nacional. Porque si no quieren escuchar ni a sus propias instituciones a este respecto, como van oír la opinión de los técnicos nacionales, ya que las Asociaciones Departamentales (ADFAS) a través de la Comisión de Asociaciones Departamentales (CONADFAS), que preside el Lic. Moises Ramírez, ha hecho una propuesta técnica para alcanzar este desarrollo, basada en la realidad nacional, apoyada en profesionales especializados en planificación y sistematización deportiva, pero tampoco, no se quiere escuchar. Entonces solo un milagro de Dios podrá ayudarnos y salvarnos.
Luis Ríos
Luisrios2077@hotmail.com
La nota original aquí.
A continuación transcribimos el artículo del señor Luis Ríos en el diario colatino,que según entendemos es entrenador nacional.
El Editor.
ernestors7@gmail.com
Con los 300 mil dólares al año que no quiere el español Juan Manuel Lillo, por dirigir a la selección nacional, podríamos iniciar un programa de formación de talentos de fútbol en las 4 zonas de la República, donde se desarrollen 4 selecciones sub-15 y cuatro sub-17, pagar los 8 entrenadores y el coordinador, más los insumos deportivos, gastos de transporte, apoyos nutricionales y médicos. Se iniciaría además el proyecto de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol y todavía quedaría un millón de dólares, de los 1.3 que asigna el Estado solo para el «desarrollo del fútbol», con lo cual ya se deberían estar fortaleciendo a las ligas menores y escuelas de fútbol.
Esto representaría el nacimiento de los Centros de Alto Rendimiento del Fútbol en todo el país, que poco a poco se irían profesionalizando, los cuales en corto tiempo, elevarían grandemente el nivel competitivo de las selecciones menores y por ende de todo el balompié nacional.
Estaríamos hablando de un primer contingente de 200 jugadores de entre 13 a 14 años, seleccionados conforme a un programa de talentos que se ejecutaría a nivel nacional, apoyado por un programa de salud y nutrición que elevaría la condición y el desarrollo físico de nuestros deportistas, con lo cual se mejoraría el biotipo y rendimiento de los talentos de fútbol, porque muchas cualidades en el área técnica, gracias a Dios ya se tienen y son muy elevadas en estos países latinoamericanos.
Los entrenadores que por años venimos estudiando sobre el tema de los procesos deportivos que llevan hacia el alto rendimiento (masificación+programas específicos de entrenamiento=alta competencia), nos preguntamos ¿Porque no es el «desarrollo del fútbol» el tema de discusión en la Federación de Fútbol, en la Asamblea Legislativa, en las ligas federadas, etc? Será porque la planificación a largo plazo no trae consigo «honores inmediatos», incluyendo los halagos, entrevistas y reconocimientos de los medios de comunicación por victorias frente a Nicaragua, Haití o Belice.
Sin embargo, parece ser que el Instituto Nacional de los Deportes (INDES), si ya ha tomado muy en serio este problema, que además de enorme impacto deportivo y social, tiene connotaciones legales, dado que el dinero que el Estado asigna, con la mejor intención, para el desarrollo de esta actividad, ha sido mal orientado e incluso se pretende cancelar con estos «sagrados dineros del pueblo», al cuerpo técnico de la selección mayor.
Ojala pueda hablar con la máxima dirigencia de esta Institución para ahondar en el caso y no especular sobre algo tan delicado para el desarrollo deportiva de esta emproblemada Nación.
Ahora que los diputados han «vuelto a la carga» a favor del fútbol, lo cual es muy acertado, porque con ello le están dando a la temática deportiva una dimensión de «problema de Estado», que efectivamente la tiene, deberían aprovechar el momento en que entrevisten a los personeros de la FESFUT, para profundizar en el verdadero problema que enfrenta una actividad, que significa bienestar y desarrollo para cientos de miles de niños y jóvenes, especialmente de escasos recursos y zonas pobres de este país.
Estos problemas nacionales no son por la descalificación de la sub-20 para un torneo pre-mundialista, donde seguramente íbamos a quedar muy mal, ni porque se contrate a Lillo, Capello o Mourinho.
Son porque no tenemos una institución especializada en la formación de entrenadores de fútbol. No trabajamos con programas modernos de entrenamiento, ni modelos de competencia en las ligas menores que incentiven el desarrollo de futbolistas de alta competencia. No hay programas de capacitación de dirigentes. No hay incentivos para la formación y cobertura federativa de nuevas ligas menores y escuelas de fútbol. No hay proyectos de infraestructura deportiva y mucho menos existe una coordinación institucional que desarrolle el fútbol apoyado en áreas básicas como la salud y educación (INDES, Salud, Educación, Obras Públicas, Etc).
La Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea, debería visualizar esta temática desde una perspectiva más técnica, científica y especializada (con ayuda de asesores calificados en planificación deportiva), porque a lo mejor ellos si puedan influir en los dirigentes del fútbol, para que cambien esta forma en que se ha manejado el balompié en los últimos 50 años, donde estos dirigentes ocupan todo su «tiempo y esfuerzo» en los «shows» publicitarios, que se hacen previos a los juegos de selecciones nacionales, torneos eliminatorios mundialistas, finales de torneos profesionales y contrataciones de entrenadores extranjeros. Si bien es cierto que este «activismo» es necesario e importante en esta nueva profesión, en países como el nuestro, no aporta mucho en un campo balompédico como el que tenemos, tan falto de procesos, de sistematización, de capacitación y de mercadeo y comercialización.
Según tengo entendido, desde el INDES ya se ha intentado hacer reflexionar a la dirigencia de la FESFUT sobre esta mala percepción que tienen del «desarrollo del fútbol». También varios técnicos hemos dado nuestro aporte, porque somos los que vivimos a diario las deficiencias que detienen dicho desarrollo. Algún sector de la prensa deportiva, también hace análisis regulares sobre aspectos más relevantes para alcanzar mejores resultados, en vez de estar escribiendo novelas sobre la contratación de entrenadores extranjeros que no cambiarán en nada una dura realidad que solo nosotros internamente podemos revertir, con los pocos recursos que para ello a puesto a disposición el Gobierno de la República.
Pero nada. No hay respuestas federativas a cuanta propuesta se ha hecho y la idea sigue siendo, que «un trabajo más intenso, con más tiempo y con mayores recursos económicos en las selecciones nacionales, nos llevarán a los próximos mundiales de fútbol», cuando que eso jamás se podrá hacer sino potenciamos el fútbol menor, elevamos el nivel competitivo en esas ligas, de donde surgirán posteriormente esas selecciones triunfadoras, por lo menos a nivel regional.
Es realmente dramática y preocupante la situación del fútbol nacional. Porque si no quieren escuchar ni a sus propias instituciones a este respecto, como van oír la opinión de los técnicos nacionales, ya que las Asociaciones Departamentales (ADFAS) a través de la Comisión de Asociaciones Departamentales (CONADFAS), que preside el Lic. Moises Ramírez, ha hecho una propuesta técnica para alcanzar este desarrollo, basada en la realidad nacional, apoyada en profesionales especializados en planificación y sistematización deportiva, pero tampoco, no se quiere escuchar. Entonces solo un milagro de Dios podrá ayudarnos y salvarnos.
Luis Ríos
Luisrios2077@hotmail.com
La nota original aquí.
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