Se avecinan cuatro derbis Barça-Real Madrid, cuatro partidos del siglo que en España ya han inundado las conversaciones y la información en los medios. Otra vez las calles quedarán desiertas mientras los aficionados contienen el aliento.
Pero ¿y si no te gusta el fútbol o tu negocio se queda sin clientes por el clásico? ¿Cómo se puede sobrevivir a los Barça-Real Madrid?
El Teatreneu de Barcelona ha montado la obra El Antifútbol (90 minutos para hacer otra cosa) como una estrategia para sobrevivir a la avalancha futbolística de derbis: liga española, final de la Copa del Rey y partidos de ida y vuelta de la Liga de Campeones. En el último derbi el Barcelona venció por 5-0 a los merengues.
"Hemos pensado la obra para todos los días -y la misma hora- que haya un derbi o un partido de esa magnitud. Es una forma de protesta contra el daño que provoca un Barça-Madrid en el mundo del teatro y muchos negocios. La ciudad queda desierta mientras la gente está enganchada al televisor. Están muy bien esos partidos pero existen otras cosas para hacer", comenta a BBC Mundo Borja Rabanal, miembro de la compañía.
"Vivimos un monopolio informativo del fútbol, del resto de deportes se habla poco."
Federico Grand, club de rugby Boadilla Tasman
El Antifútbol se ríe de la fiebre del fútbol. Los protagonistas en lugar de saltar al campo, saltan al escenario. Por cada chiste malo se cobra un penalti y, si es extremadamente malo, se saca tarjeta roja.
El público se divide en dos bandos: los del Barça y los del Real Madrid.
"Es tal la saturación de información y la fiebre que hay alrededor del fútbol que, aunque no te guste, terminas contagiado", detalla Rabanal y luego confiesa: "el fútbol me apasiona pero no soy del Barça ni del Real Madrid, soy del Espanyol".
La plataforma "No nos gusta el fútbol", que cuenta con decenas de adeptos en las redes sociales, es más tajante. "No todos disfrutamos de apretar las nalgas durante casi dos horas ni tenemos los poderes para hablarle a un televisor ni aspiramos a que un árbitro nos oiga del otro lado", señalan en su manifiesto.
Además cuentan con un decálogo de consejos sobre cómo aprovechar los clásicos. "Ir al cine porque hay menos cola, pasear por las calles vacías, darte un homenaje en un SPA sólo para ti e incluso tomarte fotos desnudo en una fuente pública sin que nadie se entere", detallan.
Le encantan los bares, ir de tapas por Madrid, pero sabe que durante los próximos Barça-Madrid no podrá ni acercarse. "Es imposible, están repletos y al final la gente termina gritando. Antes no lo entendía pero supongo que a través del fútbol te desfogas, dejas de pensar en tus problemas. Es nuestro coliseo moderno. Ahora bien, me quedaré en casa", detalla.
"De todas maneras un Barça-Madrid es un partido emocionante", aclara.
"Prefiero verlos que, por ejemplo, tragarme cuatro horas de una etapa del Tour de Francia", agrega.
Algunos se sienten saturados por todo lo que gira alrededor del fútbol: la publicidad, la agresividad, los chismes. La cuestión es que vivimos un monopolio informativo del fútbol, del resto de deportes se habla poco salvo en algunos casos. Del rugby español prácticamente no se publica casi nada", señala a BBC Mundo Federico Grand, delegado del club.
El fútbol, no obstante, está omnipresente. Quizás por ello durante los derbis Barça-Real Madrid o partidos de la Champions League desciende la asistencia a los entrenamientos.
"Hay partidos que hay que ver como la final del Mundial de Fútbol entre España y Holanda. Pero, en mi caso, también me gusta ver la final del mundial de balonmano o la final del Roland Garros. Con el fútbol nos hemos saturado", opina.
Para este fin de semana, cuando se enfrenten por primera vez el Barça y el Real Madrid dentro de la liga española, Grand tiene organizado un torneo internacional de rugby. El equipo escocés ha solicitado una visita al Santiago Bernabeú. Quieren conocer uno de los principales templos del fútbol
JJRobledo.
BBC Mundo.
Pero ¿y si no te gusta el fútbol o tu negocio se queda sin clientes por el clásico? ¿Cómo se puede sobrevivir a los Barça-Real Madrid?
El Teatreneu de Barcelona ha montado la obra El Antifútbol (90 minutos para hacer otra cosa) como una estrategia para sobrevivir a la avalancha futbolística de derbis: liga española, final de la Copa del Rey y partidos de ida y vuelta de la Liga de Campeones. En el último derbi el Barcelona venció por 5-0 a los merengues.
"Hemos pensado la obra para todos los días -y la misma hora- que haya un derbi o un partido de esa magnitud. Es una forma de protesta contra el daño que provoca un Barça-Madrid en el mundo del teatro y muchos negocios. La ciudad queda desierta mientras la gente está enganchada al televisor. Están muy bien esos partidos pero existen otras cosas para hacer", comenta a BBC Mundo Borja Rabanal, miembro de la compañía.
"Vivimos un monopolio informativo del fútbol, del resto de deportes se habla poco."
Federico Grand, club de rugby Boadilla Tasman
El Antifútbol se ríe de la fiebre del fútbol. Los protagonistas en lugar de saltar al campo, saltan al escenario. Por cada chiste malo se cobra un penalti y, si es extremadamente malo, se saca tarjeta roja.
El público se divide en dos bandos: los del Barça y los del Real Madrid.
"Es tal la saturación de información y la fiebre que hay alrededor del fútbol que, aunque no te guste, terminas contagiado", detalla Rabanal y luego confiesa: "el fútbol me apasiona pero no soy del Barça ni del Real Madrid, soy del Espanyol".
La plataforma "No nos gusta el fútbol", que cuenta con decenas de adeptos en las redes sociales, es más tajante. "No todos disfrutamos de apretar las nalgas durante casi dos horas ni tenemos los poderes para hablarle a un televisor ni aspiramos a que un árbitro nos oiga del otro lado", señalan en su manifiesto.
Además cuentan con un decálogo de consejos sobre cómo aprovechar los clásicos. "Ir al cine porque hay menos cola, pasear por las calles vacías, darte un homenaje en un SPA sólo para ti e incluso tomarte fotos desnudo en una fuente pública sin que nadie se entere", detallan.
"Mi familia es futbolera y yo no"
La madrileña Olga Carrasco carga además con la fiebre futbolística de su familia. "He crecido viendo todos los resúmenes deportivos de los telediarios. Terminaba el de un canal y pasaban al otro. Les encanta el fútbol y a mí no. Creo que ya no es un deporte sino un espectáculo exagerado que mueve mucho dinero. Es más caro ir a un derbi que a la ópera", comenta a BBC Mundo.Le encantan los bares, ir de tapas por Madrid, pero sabe que durante los próximos Barça-Madrid no podrá ni acercarse. "Es imposible, están repletos y al final la gente termina gritando. Antes no lo entendía pero supongo que a través del fútbol te desfogas, dejas de pensar en tus problemas. Es nuestro coliseo moderno. Ahora bien, me quedaré en casa", detalla.
"De todas maneras un Barça-Madrid es un partido emocionante", aclara.
"Prefiero verlos que, por ejemplo, tragarme cuatro horas de una etapa del Tour de Francia", agrega.
Algunos se sienten saturados por todo lo que gira alrededor del fútbol: la publicidad, la agresividad, los chismes. La cuestión es que vivimos un monopolio informativo del fútbol, del resto de deportes se habla poco salvo en algunos casos. Del rugby español prácticamente no se publica casi nada", señala a BBC Mundo Federico Grand, delegado del club.
El fútbol, no obstante, está omnipresente. Quizás por ello durante los derbis Barça-Real Madrid o partidos de la Champions League desciende la asistencia a los entrenamientos.
"Hay partidos que hay que ver como la final del Mundial de Fútbol entre España y Holanda. Pero, en mi caso, también me gusta ver la final del mundial de balonmano o la final del Roland Garros. Con el fútbol nos hemos saturado", opina.
Para este fin de semana, cuando se enfrenten por primera vez el Barça y el Real Madrid dentro de la liga española, Grand tiene organizado un torneo internacional de rugby. El equipo escocés ha solicitado una visita al Santiago Bernabeú. Quieren conocer uno de los principales templos del fútbol
JJRobledo.
BBC Mundo.
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