El fenómeno -que tiñó a la Luna completamente de tonos rojos, naranjas, rosas o marrones- se pudo observar en su totalidad en Escandinavia, Estados Unidos, México, América Central y el Caribe… cuando las nubes lo permitieron.
Lo mismo ocurrió con los países ubicados en la parte más occidental de Sudamérica, como Colombia y Ecuador. En el resto de la región solamente se perdieron algunas de las fases finales del eclipse total, que se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna.
Imagen desde El Salvador. |
Los pobladores del este de Asia, por su parte, pudieron ver cómo la Luna salía cuando todavía estaba parcialmente cubierta por la sombra de nuestro planeta.
Mientras tanto, aquellos que optaron por permanecer despiertos en Europa y en el centro y oeste de África observaron cómo la Luna se ocultaba antes, cuando el eclipse aún estaba en progreso.
Tomado de:BBCmundo.com
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